Nace en agua dulce y pasa la mayor parte de su vida en el mar, regresando al agua dulce sólo cuando va a desovar en los meses de verano.
El salmón es un pescado azul alto en grasas.
A la hora de hacer la compra debemos elegir, a poder ser, un salmón redondo y cono, de cabeza pequeña y ancho cuerpo.
La cabeza pequeña porque ésta puede llegar a representar la quinta parte del peso total del pescado.
La carne del salmón, siempre debe ser rosada y algo grasa.
No se han de comprar los trozos que parezcan blandos, grisáceos, aceitosos o aguados.
La mejor forma de saber si el salmón es fresco, a la hora de comprarlo, es levantar las escamas con la uña.
Si éstas se desprenden fácilmente, el pescado será viejo, y si se resisten, será un signo de que es fresco.
Una forma de distinguir si el salmón ahumado es de buena calidad, es presionar con los dedos. Si suelta agua, desconfíe del producto.
Para saber cual es el punto del salmón, tanto en cocción como a la plancha, se introduce la punta de un cuchillo entre sus vetas, y cuando ‚éstas se
separen con facilidad ya estar a punto.
Tomamos las rodajas de salmón limpias y las condimentamos con aceite ajo y perejil y se pone a la parrilla.
Podemos acompañarlo de patatas asadas verdura al vapor.